El mercado inmobiliario se ha convertido para muchos en un valor refugio en el último tiempo a la vez que se consolidan tendencias como el Built to Rent y la industrialización en la construcción.
En el 2021 la actividad no solo que ha logrado mantenerse sino que en algunos sectores ha logrado alcanzar valores pre-pandemia. De cara a un nuevo año, la pregunta que todos se hacen es ¿Qué esperar para este 2022?
Para responder a esta pregunta es necesario analizar tanto los factores positivos como negativos que afectan al mercado inmobiliario. Entre los factores negativos se destacan el nivel actual de sueldos, los elevados costes de construcción y el encarecimiento del suelo.
Sin embargo, existen múltiples factores que hacen que la previsión para el rubro inmobiliario sea sumamente positiva. Inusualmente, el impacto de la pandemia ha generado una taza de ahorro que para el inversor conservador se ha canalizado hacia la vivienda. Por otra parte, los bajos tipos de interés y las atractivas rentabilidades del alquiler vuelven a situar la inversión como activos inmobiliarios en un buen refugio frente a la inflación y el riesgo de los activos. A todo esto se le suman otros factores como la demanda de no residentes que desean adquirir propiedades en España.
Todo esto se traduce en estabilidad y signos de recuperación frente a los dos últimos años claramente reflejados por los índices del mercado inmobiliario. Un claro ejemplo de ello son los Índices de Confianza en Alquiler y el Índice de Confianza en Venta que se sitúan 12 puntos más que hace un año. Las agencias prevén un alza en los alquileres (representando un 85% de los encuestados) mientras que para el cierre de las operaciones de compraventa un 45% de las agencias esperan vender más casas en el próximo trimestre y un 39% cree que mantendrá la misma actividad.
Los expertos están de acuerdo: ni la variante ómicron, ni la inflación ni la subida de precios al consumo hará que cambie la situación del mercado inmobiliario. Es probable que este momento del año se antoje como un momento clave para aquellos que estén pensando en adquirir una vivienda, sin que la subida de precios repercuta meses después.